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Equinoccio de marzo de 2020 – Profundos cambios

En los últimos meses hemos recibido poderosas energías del cosmos, para que la humanidad haga una profunda limpieza de todo aquello que no le sirve para evolucionar.

Los eventos que están ocurriendo actualmente en el mundo hacen parte de este proceso. Lo que sucede no es el fin del mundo, sino el inicio de una nueva manera de vivir, de relacionarnos y de habitar el planeta. Pero para que lo Nuevo nazca, antes tiene que caer lo viejo…

Es un momento caótico y confuso para muchos. Ten en cuenta que todo lo que está sucediendo ahora tiene un propósito más importante. Concéntrate en mantenerte abierto y consciente. No te dejes atrapar por el drama, no veas las noticias, y recuerda que esto también pasará.

Nuestro proceso de transformación y evolución avanza cada vez más rápido. La intensidad de este período acelera radicalmente nuestra curación, para crear una transformación y un cambio profundo y duradero.

A medida que avanzas, puede surgir claridad del pasado, revelando una amplia variedad de opciones. Como resultado, se producirán cambios inesperados en el camino de tu vida.
Es importante ahora que te tomes el tiempo para sintonizar las frecuencias cambiantes de tu propia energía. Cualquier cosa que bloquee y/o interrumpa el flujo de la esencia de tu alma debe ser liberada y aclarada.
Permítete reconocer el miedo y la ansiedad que surgen cuando te enfrentas a lo que te está bloqueando, pero no permitas que te consuma.
Encuentra tu equilibrio buscando las respuestas que están profundamente enterradas en tu conciencia.
Concentra tu atención y tus pensamientos, usa tu intuición y aprende a seguir a tu alma.

En este Equinoccio, estás invitado a tomarte un tiempo para meditar y hacer una reflexión honesta, mirar hacia adentro y re-evaluar tu vida.
Las energías entrantes trabajan para purgar y transformar tanto su campo de energía como tu cuerpo físico, para alinearse más con su alma.
Durante este proceso, tu personalidad evolucionará promoviendo la liberación de las antiguas energías de desconexión, miedo, trauma, dolor y sufrimiento.

Una ayuda muy eficaz para este proceso evolutivo es leer y hacer los ejercicios del libro El amor de tu vida. El Amor Incondicional es el mejor antídoto contra el miedo, y te eleva por encima de cualquier evento externo.

Te deseo un Equinoccio pleno de paz y equilibrio.

© 2020– “El blog de Enriqueta Olivari”. Se pueden reproducir los contenidos, pero sin alterarlos y citando a la autora y el sitio: http://www.sanatualma.com

Los regalos de la vida

Para muchas personas el 2018 ha sido un año de «derrumbes»; carreras consolidadas ya no motivaban, dejaron de tener sentido, o ya no brindaban los beneficios de antes. Esto supuso un desmoronamiento en la economía de mucha gente, que se ha preguntado -a veces con angustia y preocupación-, qué podían hacer para ganar dinero.

Entonces algunos crearon nuevos proyectos, que desafortunadamente no dieron el resultado deseado. El sentimiento de fracaso, de sentirse derrotado y sin fuerzas, así como la incertidumbre, han predominado para muchos durante este año que ya se acaba.

Todo esto se debe a que la humanidad está pasando por profundos procesos de limpieza y transformación. Sin embargo, a veces no dejamos de preguntarnos por qué debemos pasar por estas situaciones tan desafiantes e incluso dolorosas.

Todo lo que nos sucede obedece a un plan oculto, y cuando somos conscientes de cuál es ese plan, podemos aceptar con humildad y desapego los retos que nos toca enfrentar.

Estamos aquí para crecer, para evolucionar, y cuando lo comprendemos, ya no nos resistimos y podemos ver que en realidad esos desafíos son regalos, o bendiciones camufladas.

El siguiente texto de Bert Hellinger, el creador de las Constelaciones Familiares, nos ayuda a comprender cuál es el plan por detrás de las situaciones que a veces nos toca atravesar:

La vida te desilusiona para que dejes de vivir de ilusiones y veas la realidad.
La vida te destruye todo lo superfluo, hasta que queda sólo lo importante.
La vida no te deja en paz para que dejes de pelearte, y aceptes todo lo que Es.
La vida te retira lo que tienes, hasta que dejas de quejarte y agradeces.
La vida te envía personas conflictivas para que sanes y dejes de reflejar afuera lo que tienes adentro.
La vida deja que te caigas una y otra vez, hasta que te decides a aprender la lección. 
La vida te saca del camino y te presenta encrucijadas, hasta que dejas de querer controlar y fluyes como un río.


La vida te pone enemigos en el camino, hasta que dejas de “reaccionar”.
La vida te asusta y sobresalta todas las veces que sean necesarias, hasta que pierdes el miedo y recobras tu fe.

La vida te quita el amor verdadero, no te lo concede hasta que dejas de intentar comprarlo con baratijas.
La vida se ríe de ti tantas veces, hasta que dejas de tomarte todo tan en serio y te ríes de ti mismo.
La vida te rompe y te quiebra en tantas partes como sean necesarias para que por allí penetre la Luz.
La vida te enfrenta con rebeldes, hasta que dejas de tratar de controlar.
La vida te repite el mismo mensaje, incluso con gritos y bofetadas, hasta que por fin escuchas.

La vida te envía rayos y tormentas, para que despiertes.
La vida te humilla y derrota una y otra vez hasta que decides dejar morir a tu ego.
La vida te niega los bienes y la grandeza hasta que dejas de querer bienes y grandeza y comienzas a servir.


La vida te corta las alas y te poda las raíces, hasta que no las necesitas, sino sólo desaparecer de las formas y volar desde el Ser.
La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que todo es un milagro.
La vida te acorta el tiempo, para que te apures en aprender a vivir.
La vida te ridiculiza hasta que te vuelves nada, hasta que te haces nadie, y así te conviertes en Todo.
La vida no te da lo que tú quieres, sino lo que necesitas para evolucionar.

La vida te lastima, te hiere, te atormenta, hasta que dejas tus caprichos y berrinches y agradeces respirar.
La vida te oculta los tesoros, hasta que emprendes el viaje, hasta que sales a buscarlos.
La vida te niega a Dios, hasta que lo ves en todos y en todo.

La vida te acorta, te poda, te quita, te rompe, te desilusiona, te agrieta, te rompe, hasta que en ti sólo queda Amor.

© 2018 – “El blog de Enriqueta Olivari”. Se pueden reproducir los contenidos sin alterarlos, citando a la autora y el sitio: http://www.sanatualma.com

Retos, dificultades y regalos

Todos nosotros, en mayor o menor grado, estamos pasando por pruebas y desafíos.
Esto hace parte del plan trazado para la evolución planetaria, y a cada uno le afecta en aquella área de su vida que necesita una sanación, o un re-equilibrio.

Para muchos estas sacudidas y retos se manifiestan en las relaciones afectivas: parejas que se separan, un profundo sentimiento de soledad, o encuentros con nuevas personas que desafían y cuestionan nuestra antigua manera de relacionarnos.

Para muchos otros -quizás la gran mayoría-, los golpes y sobresaltos llegan en el aspecto económico: pérdida súbita del empleo, un dinero con el cual contábamos que no llega, disolución de sociedades, proyectos frustrados… Un verdadero arsenal de situaciones que nos pueden llevar con facilidad a sentir miedo, o incluso pánico.

¿Cómo pasar por todo esto y mantenernos confiados, serenos, y centrados? Ese es el reto, y hoy comparto algunas sugerencias que, si son llevadas a la práctica, dan excelentes resultados:

-Expresa de inmediato, y de preferencia solas, las emociones que sientas. Llora, grita, golpea un cojín con los puños si sientes frustración y enfado. Pero hazlo sólo durante veinte minutos, y enseguida haz algo que te haga sentir bien: darte una buena ducha, bailar, salir a dar un paseo, conectar con la naturaleza, escuchar música agradable… Haz cualquier cosa que te ayude a elevar tu energía, a sentir bienestar y paz.

-En cuanto hayas puesto en práctica lo anterior, siéntate cómodamente, cierra los ojos y medita. Siente tu cuerpo, presta atención a tu respiración -¡respira!-, y lleva toda tu atención al momento presente. Escucha los sonidos que te rodean, siente la vida fluyendo dentro y fuera de ti.

Los pensamientos pasarán por tu mente, pero no te aferres a ellos. Simplemente permite que lleguen, pasen y se vayan, mientras tú les observas. Tú no eres tu mente, tú no eres esos pensamientos. Tú eres la consciencia que puede observarlos y no hacerles caso.

-En ese espacio de paz, confía. Recuerda que estás en los brazos de Dios o en manos del universo, que él tiene un plan para ti, y que te Ama.

Si estás pasando por ese desafío, es porque tú puedes con ello, tú tienes los recursos internos necesarios para superarlos, y aprender algo valioso de ello.

-Recuerda otros momentos de tu vida en los cuales pasaste por situaciones difíciles. Y reconoce la verdad: ¡has superado aquello, has sobrevivido, tu vida siguió adelante!
Del mismo modo sucederá con el reto que tienes que enfrentar ahora. No lo dudes, pues la duda quita poder y fuerza. Confía.

-Siente Amor y gratitud por todo lo que sí tienes, y por todo lo que marcha bien. No te centres en el “problema”, sino en todo lo que fluye y sí funciona para ti.
La gratitud expande el corazón, y envuelve con Amor a todas las áreas de tu vida, incluso aquellas que parecen ser conflictivas.

-Mantente abierto y receptivo. Si lo haces, te sorprenderás al ver cuánto Amor hay disponible para ti, siempre.
De repente alguien te ofrece un nuevo empleo, o la posibilidad de emprender un negocio. O conoces a alguien que resulta ser aquella amiga con la que has soñado siempre. O se te ocurre una idea maravillosa, y te llega la oportunidad de poder ponerla en práctica…

El universo siempre nos ofrece una cantidad ilimitada de oportunidades, pero hay que estar alerta y abierto para poder recibirlas.

-Recuerda que estamos aquí, en estos tiempos, para recordar todo el Amor que somos, y el reto ahora es poder sentirlo siempre, más allá de los eventos externos de nuestras vidas.

© 2012 – “El blog de Enriqueta Olivari”. Se pueden reproducir los contenidos, pero citando a la autora y el sitio: http://www.sanatualma.com

El gran viaje

Esta época que estamos viviendo de desastres naturales, derrumbe de los viejos sistemas, caos e incertidumbre, tiene una finalidad.
Y en realidad es como un viaje que está realizando la Tierra, para evolucionar. Ella es un ser vivo, y necesita sacudirse de encima lo viejo para poder seguir su camino de crecimiento y expansión. Y nosotros, sus habitantes, somos uno con ella.

Por eso este gran viaje que emprendimos hace varios años nos empuja a que hagamos cambios, crezcamos, seamos más conscientes de nuestros pensamientos y actos, y nos dediquemos a desarrollar nuestra verdadera humanidad.
Este viaje nos conduce de la indiferencia y el egoísmo a una mayor compasión y solidaridad. Con esa finalidad suceden las catástrofes: cuando ocurre un desastre en alguna parte del mundo recordamos que la vida es muy valiosa, y que lo que sea que ocurra en un determinado lugar acaba afectando a todo el planeta.
Y así, poco a poco, vamos descubriendo la gran verdad: somos todos Uno, y sólo existe la Unidad.

Este viaje nos conduce del miedo y el control al Amor completo e incondicional.

El modo más eficaz para que lleguemos adonde estamos destinados como humanidad es sentir y expresar Amor, a cada momento del día. Y para esto hay que empezar por amarse a uno mismo, en todos los aspectos. Y luego ese Amor se va expandiendo hacia todos los seres, en todas las circunstancias de la vida.

Cuando alguien hace algo que nos hiere, por ejemplo, ahí tenemos una gran oportunidad. ¿Qué haremos en respuesta a lo sucedido?
Ponerse en el lugar del otro no falla. Desde esa posición vemos la situación con otra perspectiva, y entonces en lugar de enojo o tristeza, sentimos aceptación y perdón hacia aquella persona, pues percibimos qué fue lo que le llevó a actuar de aquel modo.

Si logramos esta comprensión, la vida nos colma de bendiciones: sincronicidades, milagros, abundancia, y lo que tal vez sea más importante: sentimos una profunda Paz.
Y con esa Paz podemos seguir adelante en este viaje, sabiendo que así contribuimos a la evolución del planeta y de toda la humanidad.

© 2011 – “El blog de Enriqueta Olivari”. Se pueden reproducir los contenidos, pero citando a la autora y el sitio: http://www.sanatualma.com