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¿Qué mundo quieres crear para ti?

Este momento por el que atraviesa la humanidad ahora puede verse como un portal o como un agujero.
La decisión de caer en el agujero o pasar por el portal depende de ustedes.
Si se arrepienten del problema y consumen las noticias las 24 horas del día, con poca energía, nerviosos todo el tiempo, con pesimismo, caerán en el agujero. Pero si aprovechan esta oportunidad para mirarse a sí mismos, repensar la vida y la muerte, cuidarse a sí mismos y a los demás, cruzarán el portal.


Cuiden sus hogares, cuiden su cuerpo. Conéctense con su casa espiritual.
Cuando se están ocupando de ustedes mismos, se están ocupando de todo lo demás. No pierdan la dimensión espiritual de esta crisis, tengan el aspecto del águila, que desde arriba, ve el todo; ve más ampliamente.
Hay una demanda social en esta crisis, pero también hay una demanda espiritual. Las dos van de la mano. Sin la dimensión social, caemos en el fanatismo. Pero sin la dimensión espiritual, caemos en el pesimismo y en la falta de sentido.

Estaban preparados para pasar por esta crisis. Tomen su caja de herramientas y usen todas las herramientas que tienen a su disposición.
Aprendan acerca de la resistencia con los pueblos indígenas y africanos: siempre hemos sido y seguimos siendo exterminados. Pero aún así no dejamos de cantar, bailar, encender un fuego y divertirnos. No se sientan culpables por ser felices durante este momento difícil.


No ayudan para nada estando tristes y sin energía. Ayudan sí las cosas buenas que emanan del Universo ahora. Es a través de la alegría que uno se resiste. Además, cuando pase la tormenta, cada uno de ustedes será muy importante en la reconstrucción de este nuevo mundo.
Necesitan estar bien y fuertes. Y, para eso, no hay otra manera que mantener una vibración hermosa, alegre y luminosa. Esto no tiene nada que ver con la alienación.
Esta es una estrategia de resistencia. En el chamanismo, hay un rito de pasaje llamado la búsqueda de la visión. Pasan unos días solos en el bosque, sin agua, sin comida, sin protección. Cuando atraviesan este portal, obtienen una nueva visión del mundo, porque han enfrentado sus miedos, sus dificultades…


Esto es lo que se les pide:
Permítanse aprovechar este tiempo para llevar a cabo sus rituales de búsqueda de visión. ¿Qué mundo quieren construir para ustedes? Por ahora, esto es lo que pueden hacer: serenidad en la tormenta. Cálmense, recen todos los días. Establezcan una rutina para encontrarse con lo sagrado todos los días.
Las cosas buenas emanan; lo que emanan ustedes ahora es lo más importante. Y cantar, bailar, resistir a través del arte, la alegría, la fe y el Amor.

Mensaje de Águila Blanca, indígena Hopi

© 2020– “El blog de Enriqueta Olivari”. Se pueden reproducir los contenidos, pero sin alterarlos y citando a la autora y el sitio: http://www.sanatualma.com

Cómo enfrentar la incertidumbre

Los seres humanos a menudo se preocupan por las incógnitas.
Esto en realidad es un mal uso de su energía creativa.
Existe una creencia generalizada de que lo desconocido es malo.
¿Qué pasa si lo desconocido es maravilloso?
¿Qué pasa si es una vasta extensión, un patio de juegos de potencial y posibilidad?
¿Qué pasa si sólo desea servirte?
Preocuparse por lo desconocido crea resistencia a tu futuro e inmediatamente limita su flujo.
La clave aquí está es simplemente conectarse con lo que está funcionando para ti actualmente, y desde ese espacio, naturalmente, fluirá por ese sendero energético.
Usa tu enfoque para florecer y hacer crecer lo que se siente bien, lo que te brinda alegría, reconocer tu dominio como creador y hacer espacio para aún más de lo que te eleva y emociona.
Libera la idea de que la mente sabe mejor y delega el papel más útil al observador.
Permite que tu corazón tome la iniciativa, ya que es tu corazón el que se siente mucho más cómodo con el sentimiento y la expansión, está en contacto con tu alma y siempre está listo para recibir las bendiciones del flujo.
Arcángel Gabriel a través de Shelley Young
© 2020– “El blog de Enriqueta Olivari”. Se pueden reproducir los contenidos, pero sin alterarlos y citando a la autora y el sitio: http://www.sanatualma.com

Esto también pasará

Un rey dijo a los sabios de la corte:

—Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total. Tiene que ser muy pequeño de manera que quepa escondido debajo del diamante del anillo.

Todos ellos eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados. Pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudiera ayudar en momentos de desesperación total era difícil. Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que era casi como su padre; también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por él.

El anciano dijo:

—No soy un sabio, ni un erudito, menos un académico; pero conozco el mensaje, porque sólo hay un mensaje. Y esa gente no te lo puede dar; sólo puede dártelo un místico, un hombre que haya alcanzado la realización. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente y en una ocasión me encontré con un místico.

Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento por mis servicios, me dio este mensaje —y lo escribió en un papel, lo dobló y se lo dio al rey—. No lo leas, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

Y ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos le perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Y llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: del otro lado había un precipicio y un profundo valle. Caer por él sería el fin. No podía volver, el enemigo le cerraba el camino y ya podía oír el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante, y no había ningún otro camino…

De repente se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso. Simplemente decía: «Esto también pasará».

Mientras leía «esto también pasará» sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Y aquello pasó. Todas las cosas pasan; nada permanece en este mundo. Los enemigos que le perseguían se deben haber perdido en el bosque, deben haberse equivocado de camino; poco a poco dejó de oír el trote de los caballos.

El rey se sentía inmensamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, lo volvió a poner en el anillo, reunió a su ejército y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes, y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:

—Este momento también es adecuado: vuelve a mirar al mensaje.

—¿Qué quieres decir? —, preguntó el rey. —Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

—Escucha —dijo el anciano—, esto es lo que me dijo el santo: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso; no sólo para cuando eres el último, también para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: «Esto también pasará», y de repente la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que se regocijaba, que celebraba, que bailaba… pero el orgullo, el ego había desaparecido. Todo pasa.

Pidió al anciano sirviente que viniera a su carro y se sentara junto a él. Le preguntó:

-¿Hay algo más? Todo pasa… Tu mensaje me ha sido de gran ayuda.

—La tercera cosa que dijo el santo es: «Recuerda que todo pasa. Sólo quedas tú; tú permaneces por siempre como testigo».

Todo pasa, pero tú permaneces. Tú eres la realidad; todo lo demás sólo es un sueño. Hay sueños muy hermosos, hay pesadillas… pero no importa que se trate de un sueño precioso o de una pesadilla; lo importante es la persona que está viendo el sueño. Ese que ve es la única realidad.

La cosa más básica a recordar es que cuando te sientas bien, en un estado de éxtasis, no debes pensar que va a ser un estado permanente. Vive el momento tan alegremente, tan animadamente como puedas, sabiendo muy bien que ha venido y se irá, como la brisa que entra en tu casa, con toda su fragancia y frescor, y sale por la otra puerta. Esto es lo más fundamental. Si piensas que puedes hacer que tus momentos de éxtasis sean permanentes, ya has empezado a destruirlos.

Cuando vengan, agradécelos; cuando se vayan, siéntete agradecido a la existencia. Permanece abierto. Ocurrirá muchas veces; no enjuicies, no seas un elector. Permanece libre de elecciones. Sí, habrá momentos en los que te sentirás desgraciado. ¿Y qué? Hay personas que se sienten desgraciadas y no han conocido ni un momento de éxtasis; tú eres afortunado. Incluso en medio de tu desgracia, recuerda que no va a ser permanente; también pasará, por eso no dejes que te altere demasiado. Permanece sereno.

Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza; acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza, son la naturaleza misma de las cosas. Y simplemente eres un observador: no te conviertes ni en la felicidad ni en la desgracia. La felicidad viene y se va, la desgracia viene y se va. Pero hay algo que siempre está allí —siempre y en todo momento — y ése es el observador, el testigo.

Osho

© 2018 – “El blog de Enriqueta Olivari”. Se pueden reproducir los contenidos sin alterarlos, citando a la autora y el sitio: http://www.sanatualma.com

El niño interior mágico

Así como todos llevamos dentro a un niño herido, también contamos con un niño interior mágico.
Él representa esa parte nuestra que puede reír, jugar, cantar y bailar, hacer muecas frente al espejo y disfrutar intensamente de los momentos simples y mágicos de la vida.

El niño interior mágico se siente amado, seguro, a salvo. Se permite ser espontáneo, y se ama y acepta a sí mismo sin condiciones.

Este video es un claro ejemplo de lo sano y feliz que puede ser un niño, y es también una invitación a que permitamos que nuestro niño interno se exprese libremente, para que la vida se llene de magia y alegría.